Tres monasterios al precio de uno - Diario de León, 3 de agosto de 2017
e. gancedo | gradefes
El título, de innegable atractivo, lleva usándose —o más bien prometiéndose— desde hace más de una década. La llamada Ruta de los monasterios, en realidad, nunca llegó a convertirse en oferta organizada ni efectiva pese a su más que notable potencial turístico: la idea era un itinerario que conectara Santa María de Sandoval con Santa María de Gradefes pasando por puntos tan significativos como la joya mozárabe de San Miguel de Escalada, las poderosas ruinas de San Pedro de Eslonza, la villa amurallada de Mansilla de las Mulas y, por qué no, los enclaves romanos, hoy por hoy vedados al visitante, de Lancia y Marialba de la Ribera.
Como de momento los diferentes ayuntamientos implicados no han conseguido la suficiente coordinación ni ayuda de administraciones superiores, el de Gradefes, al menos, ha decidido hilvanar sus cenobios con una triple visita cultural, guiada, a la que ha bautizado como La ruta escondida. «Por supuesto, estamos abiertos a que otros municipios se sumen a la iniciativa», avisa el alcalde, Amador Aller, quien también recuerda cómo aún tienen pendiente sumar, al recorrido organizado por el monasterio de Santa María la Real de Gradefes, el de San Miguel de Escalada y los restos de San Pedro de Eslonza en Santa Olaja, la iglesia parroquial de Villarmún, de interesantes vestigios y decoraciones románicas.
«Básicamente estamos recibiendo visitantes de fuera de la provincia y personas que veranean en pueblos cercanos. Y es curioso comprobar que gente de León que sí estaba familiarizada con Escalada no conocía el monasterio de Gradefes. A todos les sorprende la paz y recogimiento que se respira en éste, con su iglesia, su claustro tan bien cuidado por la comunidad monástica, su huerto, sus marcas de cantero, las efigies de sus fundadores...», comenta la guía de la ruta, Palmira Díaz desde su ‘base’ en el cenobio cisterciense de la cabeza del municipio. Y a los visitantes de Madrid, Valladolid y País Vasco —y extranjeros como austriacos, italianos, japoneses y estadounidenses— hay que añadir el número creciente de peregrinos que cubren el tramo Vadiniense del Camino de Santiago, avisa Amador Aller, con grupos de, en ocasiones, 25 por día. «Hemos previsto que la iniciativa se desarrolle de junio a septiembre, y desde que comenzó llevamos más de 600 visitantes, un número que nos ha sorprendido», asegura el alcalde a la vez que muestra los folletos editados para dar a conocer la triple ruta y que han enviado a todos los ayuntamientos de la provincia, oficinas de turismo, colegios... Las visitas a estos tres monumentos —todos ellos declarados Bien de Interés Cultural— tienen una duración de entre dos horas y media y tres, contando desplazamientos, y lo positivo de su puesta en marcha constituye un motivo de esperanza para esta amplia zona de la ribera media del Esla, aquejada de una aguda despoblación (el municipio cuenta con nada menos que 19 núcleos), pero cuya cercanía a León ciudad debería provocar sinergias con la oferta turística de la capital. La serena y limpia belleza de estos templos impacta al visitante, y en Eslonza les llama la atención el inmenso tamaño que llegó a alcanzar, así como muchas otras curiosidades y leyendas de tres enclaves señeros que podrían ampliarse, si otros quisieran, a unos cuantos más.
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